Salvador Hurtado, amante del mar y las regatas, se encuentra inmerso en el diseño de unos pequeños robots autónomos que se sumergen en el mar para vigilar la calidad medioambiental del agua de los puertos. Encargado de diseño e investigación en la startup de robótica TMA (Tecnología de Malla Activa), se dejó asesorar por Triwee para adquirir dos impresoras 3D Ender-2 Pro de Creality, lo suficientemente robustas y versátiles como para seguir trabajando en un velero escorado y resistir a la navegación.
Reto: fabricar prototipos en un velero
Hurtado, quien vive en su velero desde hace más de un año y medio, necesitaba una impresora 3D que le diera libertad para seguir imprimiendo en sus salidas al mar. Su objetivo era seguir adelante con su modo de vida al tiempo que hacía pruebas de los robots medidores de parámetros que desarrolla. Estos debían ser resistentes al agua, autónomos, y recibir información sobre la calidad de las aguas en tiempo real, por lo que Hurtado necesita hacer numerosas pruebas.
Este diseñador ya había tenido una impresora CR-10 de Creality, por lo que conocía el potencial de la impresión 3D. Sin embargo, necesitaba optimizar y acelerar su proceso de prototipado para este proyecto de robots autónomos, por lo que se informó sobre otras máquinas con la ayuda de Triwee. “Apareció el milagro: una empresa española que me echa una mano si hay cualquier problema o necesito asistencia técnica”, reconoce Hurtado.
Solución: Ender-2 Pro, una impresora 3D portátil
Los expertos de Triwee recomendaron a Hurtado adquirir un par de impresoras 3D Ender-2 Pro, perfectas para espacios reducidos como el interior de un barco y fácil de transportar gracias a su asa y sus menos de 5 kilos de peso. Pronto pudo comprobar cuán resistentes son estas máquinas pese a su apariencia. “La navegación no les afecta ni las desconfigura. A veces me enfrento a condiciones de 20 nudos, el mar negro y olas de metro y medio o dos metros, pero va perfecta”, asegura el responsable de crear estos pequeños robots inteligentes.
Si el barco escora, las patas magnéticas de la Ender-2 Pro de Creality la mantienen en su sitio. Cuando la proa se levanta, Hurtado tampoco necesita volver a configurar los parámetros y sabe que el siguiente robot que imprima saldrá como él quiere. Se trata de algo fundamental en un proyecto que requiere de precisión y estabilidad para que varias piezas encajen entre sí. “Cuando me desplazo a la montaña para estar con mis hijos, la cojo del asa, la pongo en el maletero del coche y sigo trabajando allí. Nos da mucha libertad”, explica.
Resultado: Robots económicos y resistentes al agua
Durante los primeros meses de su proyecto, Hurtado ha impreso en 3D prototipos de tres tamaños diferentes para sus robots. “Necesitamos determinar qué potencia y batería necesitan para hacer su trabajo de forma autónoma en los puertos, lo que determinará su tamaño definitivo”, señala. Estos pequeños robots impresos en 3D soportan un kilo de peso y el objetivo es que varios cooperen entre sí para transmitir información medioambiental en tiempo real.
¿Cómo se ensamblan piezas impresas en 3D para lograr un robot compacto que se sumerge en el agua sin comprometer su motor? En Tecnología de Malla Activa han optado por un diseño modular en forma de T que pueden ensamblar, repetir y modular en muy poco tiempo con las Ender-2 Pro de Creality. Gracias a estas impresoras 3D, disponen de nuevos prototipos para iterar en apenas 24 o 48 horas.
Valoración final
A ojos de Salvador Hurtado, el proyecto que TMA está preparando para Puertos del Estado no sería una realidad sin la impresión 3D y el apoyo que Triwee le ha ofrecido con estas impresoras de Creality. “Aligerar el conjunto de estos robots autónomos, su peso, cambiar el grosor de los materiales para las resistencias y colocar las piezas de forma interna no habría sido viable sin la impresión 3D”, sostiene.